Estudio de estabilidad de taludes: ¿por qué es esencial?

El estudio de estabilidad de taludes es imprescindible para proyectos como la construcción de carreteras, puentes para el paso de vehículos, túneles o presas. Sin él no se puede garantizar la seguridad de la construcción. 

Entendemos por talud cualquier masa de tierra que se encuentra inclinada respecto a la horizontal de manera significativa. 

Existen dos tipos de taludes:

• Naturales. También conocidos como laderas. Se forman con motivo de la acción geológica, sin intervención humana. 
• Artificiales. Son el resultado de construcciones de ingeniería civil, como las carreteras. 

Los problemas que pueden darse en los taludes, sobre todo en los naturales, son deslizamientos, meteorización, erosión y hundimiento. Los deslizamientos son los más graves.

La importancia del estudio de estabilidad de taludes

Hacer un análisis exhaustivo sobre la estabilidad de taludes resulta esencial por estos motivos:

• Previene derrumbes debido a la sobrecarga. 
• Puede eludir daños en edificaciones por movimientos en el subsuelo. 
• Evita problemas en muros de contención o pavimentos.

En definitiva, hacer este análisis es imprescindible para que no ocurran accidentes que impliquen pérdidas materiales o humanas. 

Este estudio nos permite saber si el terreno es estable para desarrollar el proyecto o si es necesario elegir algún tipo de protección de taludes.

Dentro de este análisis, se consideran los parámetros geométricos y geotécnicos del talud. Es necesario tener en cuenta la superficie de falla, ya que estas zonas presentan movimientos sísmicos y pueden provocar terremotos que los derriben. 

Una vez comprobado esto, se realiza el estudio de estabilidad de taludes. Se compara la resistencia de cada material con el que se construye el talud con el fin de garantizar su seguridad. 

Estabilidad de taludes: posibles causas de los movimientos

En el caso de taludes naturales, hay que analizar bien el tipo de suelo sobre el que están construidos.

• Suelos inestables. Esta clase de terreno suele tender a moverse hacia la parte inferior a causa de la fuerza de la gravedad u otras cargas que resultan mayores que su capacidad de retención. 
• Suelos no cohesivos. Su textura es granular o arenosa y la superficie de la falla es plana. En estos casos, los taludes son estables cuando el ángulo de inclinación del talud es menor que el de fricción interna de la superficie. 

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